Te cuento mi historia de formación en diseño instruccional:
En 1993 a través de la televisión abierta en México, pude ver una película llamada “The Karate Kid” en la que aparecía un personaje llamado “Miyagi” quien enseñaba a su estudiante de una forma muy sencilla movimientos de defensa en el Karate mediante un simple trato:
“Yo prometo enseñar karate, tú prometes aprender. Yo digo y tú haces, sin preguntar”
Cuando pasaron los años me interesé en enseñar a las personas cómo hacer ciertas actividades utilizando lo que yo denominaba el “método Miyagi” Y que se basaba en una simulación metafórica para comprender la técnica y su asimilación posterior al tener que ponerla en práctica en la realidad mediante el aprendizaje.
Cuando estuve en la posibilidad de estudiar una licenciatura que me permitiera profesionalizarme en cuestiones educativas sólo podía escoger entre pedagogía y educación, pero el programa no enseñaba de todo lo que deseaba hacer en la vida… CAPACITAR A LAS PERSONAS.
Incluso a la fecha, en Latinoamérica no hay licenciaturas en diseño instruccional, solo cursos, uno que otro diplomado y un par de maestrías. Pero no es de extrañarse tomando en cuenta que la actual tendencia de la educación es la autoformación. Por lo tanto, si las universidades crean «Diseñadores Instruccionales” es como criar cuervos que después te sacarán los ojos creando cientos y cientos de canales de educación.
En ese entonces me decidí por algo “universal” y estudié la licenciatura en Administración de empresas, al terminar hice mis prácticas en una empresa de outsourcing y por mera casualidad y tras levantar la mano, obtuve la comisión de diseñar e impartir un curso de capacitación en soldadura. Yo no sabía soldar así que tuve que aprender durante semanas de la mano de expertos, pero con una metodología que me parecía abstracta y además poco “práctica”.
Cuando me dispuse a diseñar el curso, me propuse utilizar una metodología que se apoyaba en las enseñanzas del señor Miyagi. Así que les puse careta y guantes a los estudiantes y les expliqué que todos debían aprender a dibujar cordones con un trozo de varilla sobre arena de mar teñida, uniendo dos colores, sin revolverla del todo y sin presionar de más. Al principio la gente no entendía porque tenían que hacer eso si lo que deseaban era soldar metal de una vez por todas.
Cuando por fin estuvieron con un electrodo en la mano, pusieron en práctica lo aprendido con la arena y… ¡sorpresa! El movimiento era muy similar al que hacían en los ejercicios. Lo que a mí me tomó tres semanas dominar, mis estudiantes lo hacían en solo cinco días.
El método se usó a nivel nacional y me comisionaron crear otros cursos, ahí comenzó mi vida profesional en el diseño de cursos.
Al carecer de formación pedagógica, psicológica y educativa, devoré infinidad de libros, de editoriales como Prentice Hall, Paidós y Trillas, en los que aprendí entre otras cosas, que las enseñanzas del señor Miyagi se llamaban “Conductismo”, que la metodología de aprender mediante estímulos “aprendizaje asociativo” se habían puesto a prueba con ratones en el laboratorio de Iván Pávlov y que los cursos tenían una forma de estructurarse basado en algo llamado “objetivos de aprendizaje” que podía consultar en una lámina a colores llamada “Taxonomía de Bloom”
Así fue como comencé a desarrollar mi propia metodología para el diseño de cursos. Con el paso de los años y gracias al internet me encontré como los llamados “modelos de diseño instruccional” y me enamoré del método de SAM y el de Dick & Carey.
Ya en 2011 y gracias a la contratación de mis servicios por parte de una empresa en EEUU, conocí que lo que yo había estado haciendo por 7 años se llamaba “Diseño Instruccional” y fue así como me di cuenta de que me había “autoformado” en una profesión que me permitía cumplir mi sueño de Capacitar a las personas.
¿Entonces cualquier persona puede ser diseñador instruccional?
Si, la respuesta es definitivamente un sí.
Y lo dice alguien que se ha estado auto formando desde 2004 y le tocó tener varios nombres en sus puestos de trabajo como “diseñador de cursos” “creador de contenidos educativos” “creador de contenidos para e-learning” etc. etc.
Solo necesitas un objetivo y consumir conocimiento para llegar a él. Aprovecha el internet que te pone todo a la mano.
¿Entonces no es necesario estudiar una licenciatura?
Sí lo es, y a pesar de que no existe una licenciatura en Diseño Instruccional, es necesario pasar por la formación profesional, no por el “título”, sino por la experiencia de aprender epistemología, teorías y trabajos de personas que dedicaron su vida a comprender “cómo aprenden las personas”. Yo actualmente soy Licenciado en Desarrollo Educativo por parte de la Universidad de Guadalajara y me decidí por esa licenciatura dado que su programa cubría muchas cosas que son necesarias para el análisis y propuesta de soluciones educativas.
¿Cómo puedo empezar a formarme como diseñador instruccional?
¡Sigue mi ejemplo! Encuentra un proceso de formación inspirador, quizá también desees aplicar el método Miyagi o alguno otro que te haya marcado en la vida para aprender sobre algo que te hizo competente en ello.
Se constante y disciplinado, tal como el joven Larusso. Pero ten cuidado si quieres hacerlo “muy rápido” quizá termines en “Cobra Kai”. Puede que te topes con escuelas o personas que te enseñen métodos que te resulten tediosos o complicados de aprender y te transformen en un altanero y prepotente educador que defiende metodologías o teorías del siglo pasado.
Céntrate en las personas y el resultado tal como yo lo hice con mis primeros alumnos de soldadura y si te interesa aprender de mi experiencia, entra a la sección «Conviértete en DI» y conoce el plan de autoaprendizaje para formarte como Diseñador Instruccional.
“Yo prometo enseñar Diseño Instruccional, tu prometes aprender»
Buenas tardes Paco. Que grato leer su experiencia de sus inicios en el mundo del diseño Instruccional. Como Licenciada en Educación, le felicito. El diseño Instruccional es algo que va más allá de aspecto pedagógico; nos hace enfocarnos más en como lograr que la persona aprenda, es adentrarnos en su esencia y capacidad de aprender las cosas, logrando sacar de cada uno de ellos esa creatividad y habilidad de desarrollar sus propios métodos de aprendizaje ante cualquier actividad laboral o académica.
Tengo más de 10 años como diseñadora Instruccional y cada día me apasiono más con esto.
Me encantaría en algún momento contarle mi experiencia de mi etapa en diseño curricular a diseño Instruccional.
Hola Laury!
Gracias por darle lectura al contenido. Con relación a contarme tu experiencia… Estaría padrísimo hacer un conversatorio y dialogar sobre nuestras trayectorias.
Te contaré por e-mail
Un abrazo! 🤗